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sábado, 25 de noviembre de 2017

DE LA MUERTE DE GISELO MARMOLÉ A LA LEYENDA DEL APARECIDO



Era un día sábado. Ellos venían de hacer un mercado. Venían con su burrito, como todos los sábados. Venían bajando y bajaban alegres, tomando su poquito de aguardiente, que llevaban en el bolsillo, eso es lo que se tomaba, puro aguardiente.
Llegando al Cerro, les dice a los compañeros, a otros compañeros que venían con él -en la curvita esa, allí donde él murió-, les dice: Vayan andando -iba un poco curdo-, vayan andando que yo voy a pararme aquí, pa echa una orinadita. Vayan andando.
Los compañeros siguieron y lo fueron a esperar allí en la curva, en la planada aquella. Vieron que no llegaba, y dicen: bueno, ¿qué será, se quedó dormido? Porque había tardado mucho.
Uno se regresó a ver qué había pasado. Y lo encontró muerto. Murió de repente. (-¿Fue de un infarto?). Sí, fue de un infarto.
Después, allí mismo creció una mata de esa que llaman corona de cristo, esa estaba bonita, y una mata que llaman tucusito también tenía el lugar. Y las piedras, había tantas piedritas, hasta yo le echaba piedrita. Y se formó un montoncito. Porque es para la gente que muere en los caminos. Pa su descanso, le decían, y lanzaban la piedrita.

Su muerte en el camino y la tradición religiosa de lanzar la piedrita para su eterno descanso, dio origen a la leyenda del aparecido, según la cual los que pasaban debían lanzar una piedra para que el muerto no asustara.


(testimonio de J. G., El Cristo, La Macarena Sur, 15 de noviembre 2017, sobre la transformación en leyenda: Emilia Arráez; transcripción libre: Tomás Martínez)
(foto: http://www.imageflora.com/image/euphorbia-milii-red-bracts-and-flowers-spikey-stems-in-southern-teneri/)


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